La Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), junto a Bruke Agro, realizó la segunda parte del taller de cultivos invernales. Esta contó con la presentación de referentes de las áreas de disciplinas especiales.
Daniela Pérez, de la sección Economía y Estadísticas, presentó costos y rindes de indiferencia de los cultivos de invierno y de servicio.
Entre los principales puntos expuestos, Pérez indicó que la siembra y el resultado productivo de los cultivos de invierno dependen en un altísimo porcentaje del clima; en especial, de las precipitaciones y de las temperaturas.
En cuanto a los gastos señaló: “para los manejos técnicos planteados, el gasto del barbecho a cosecha para trigo este año se ubicaría entre U$S 121 y U$S 221 por hectárea; y para garbanzo, entre U$S 235 y U$S 269 por ha. Mientras que el gasto de siembra a secado de un cultivo de servicio se ubicaría entre U$S 68 y U$S 114 por ha, según el cultivo”.
Añadió que para el precio futuro de trigo para diciembre del año en curso (U$S 194 por tonelada), el rinde de indiferencia rondaría entre la 0,64 y la 1,32 t/ha. Para los precios elegidos para el garbanzo (U$S 400 y U$S 600 por t), el rinde de indiferencia rondaría de un 0,45 a un 0,72 t/ha, respectivamente.
Finalmente indicó que elegir sembrar un cultivo de renta, un cultivo de servicio (CS) o una consociación de CS depende de numerosas variables; el objetivo es lograr combinaciones que aumenten la sustentabilidad. “La selección de cultivos debería surgir de una planificación flexible, que contemple cada ambiente, que genere diversidad con sucesiones dinámicas y funcionales para el sistema que permitan neutralidad en los balances de carbono, nutrientes y energía, y un balance hídrico adecuado”, puntualizó la especialista.
Respecta del uso de fertilizantes en el cultivo de trigo, Gonzalo Robledo, de la sección Suelos de la Eeaoc, dijo que durante el invierno pasado, en la localidad de Garmendia se llevó a cabo un ensayo de fertilización nitrogenada en el cultivo de trigo. Dijo que esta fue realizada durante la siembra, utilizando Urea (46-0-0) como fuente nitrogenada y en dosis crecientes de 30 kg/ha a 120 kg/ha de N. “Comparando los rendimientos de trigo, los resultados demostraron que todos los tratamientos fertilizados superaron el testigo absoluto sin fertilizar. Sin embargo, entre las dosis evaluadas de N no hubo diferencias significativas. Sobre la calidad de grano (% proteína), solo la mayor dosis evaluada (N120) se diferenció del testigo absoluto”, dijo.